Las tecnologías de información y comunicaciones (TIC), ahora tecnologías digitales para abarcar todos los desarrollos recientes, han asumido su rol relevante en todo tipo de organizaciones, desde las unipersonales hasta las grandes multinacionales. Adicionalmente la tecnología es demasiado importante y muy costosa, si no se aplica bien, como para tomar las decisiones al respecto de las mismas sin un panorama claro.
Hoy se ha comprobado que las tecnologías digitales agregan valor y permiten aumentar la productividad y competitividad de las empresas. En muchas de ellas, o mejor, en muchos de sus procesos, son las que habilitan la posibilidad de hacer el negocio. Imaginarse un banco o una aerolínea sin un sistema de información es bastante difícil.
De la misma manera pensar que una persona hoy podría estar “incomunicada” sin correo electrónico o que apáticamente rechazara el contacto con la tecnología confirman la necesidad entonces de planear ésta.
Ahora confrontamos grandes cambios gestados por la tecnología digital, que permite impactar de manera importante la conformación de productos y servicios, agilizar procesos, hacer de la experiencia del cliente la razón para que vuelva, y hasta generar nuevas fuentes de ingresos a través de modelos de negocios innovadores. Hacer todo esto sin planeación, sería solo golpe de suerte! La planeación de la tecnología cubre tres etapas claramente definidas: estratégica, táctica y operativa. Ahondamos en estas etapas en el documento
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