El tema de alineación de la tecnología informática con el negocio es recurrente cada vez que se trata de identificar métodos y vías para generar valor con la aplicación de estas tecnologías.
Hay herramientas que permiten medir el alineamiento estratégico, sin embargo si su aplicación implica un largo período de tiempo, es probable que desde el momento que se inicie el proceso, hasta cuando termine, las estrategias y los objetivos hayan cambiado, dificultando así el proceso de alineación.
Es aquí donde se requiere entonces la aplicación de una metodología mediante un proceso ágil para definir las estrategias de TI con base en el apoyo de las estrategias del negocio, y expresadas en proyectos que permitan darle soporte a los procesos del negocio.
A pesar de esto, y dependiendo del estado de “madurez” de la compañía tanto en la orientación por procesos, como en los esquemas de planeación corporativa y de TI, se puede pensar en una planeación estratégica de TI con base en la construcción de capacidades de tal manera que el negocio pueda desarrollar su modelo.
Es claro que los indicadores más importantes para una compañía son el volumen de ingresos, el volumen de gastos o costo, y el potencial para crecimiento. Es más, esta es la información que los directivos de una empresa en su reunión mensual esperan ver y a las que le hacen seguimiento minucioso.
En este orden de ideas, el primer paso entonces es validar efectivamente cual es el modelo de negocio de la empresa, proceso que se desarrolla durante las etapas de planeación del mismo, y que involucra identificar claramente como es el flujo de ingresos de la compañía, con base en cuales acciones, y soportada sobre cuales procesos. Adicionalmente se determinan cuales son los costos que se incurren, y cuál es el riesgo que se debe mitigar. La combinación de estos tres factores son los que generan valor al negocio.
El modelo de negocio se debe componer entonces con un mapa de procesos que soporten el logro de los objetivos. Cada proceso requiere unos indicadores de operación, además de herramientas que permitan que los mismos sean altamente eficientes y efectivos. Este es otro punto de aplicación de tecnología, específicamente aportando a la productividad del negocio y a construir esa capacidad del negocio.
El modelo de negocio también genera una serie de factores que impulsan el logro de los objetivos, generando un enlace directo entre lo que requiere el negocio, y lo que debe hacer para lograrlo.
Esto tiene unas implicaciones también directas cobre la tecnología habilitadora, construida de tal manera que permita que las acciones sobre el modelo de negocio se ejecuten efectiva y eficientemente. Se genera entonces una serie de requerimientos sobre la tecnología que deben ser cubiertos por componentes de TI que, en su conjunto, brindan entonces una capacidad de TI del negocio.
Leyéndolo en sentido contrario, se puede entender un poco mejor. Se requieren unas capacidades de tecnología informática al interior de la compañía, que permitan alta efectividad y eficiencia en los procesos del negocio de tal manera que habiliten los impulsores del negocio y le permitan generar entonces una capacidad al negocio y así cumplir con los objetivos.
Tenemos ahora entonces un nuevo elemento para alimentar los procesos de tecnología informática. No basta ya con solo estructurar tecnologías que estén alineadas con el negocio, sino que se requiere ir un poco más allá, se requiere generar unas capacidades de tecnología informática, como fichas de Lego, que permitan, mediante la combinación de algunas de ellas, mejorar las capacidades del negocio y hasta inclusive generar estrategias diferenciadoras con base en estas capacidades.