No creería que hoy alguien pregunte si se requiere o no, o si es útil o no un sitio Web, por lo menos a nivel empresarial o institucional. Menos aún en este mundo de negocios globalizado donde se requiere la comunicación a través de contenidos de múltiples formatos, y la interacción con muchas personas indistinto de donde se encuentren.
En la mayoría de las empresas que nos invitan para colaborarles en el desarrollo de su estrategia digital, notamos que hay un rezago en la aplicación de estas tecnologías para apalancar sobre ellas el logro de los objetivos o por lo menos acciones y estrategias que aporten al logro de los mismos en alguna medida.
La pregunta del título se debe responder en varias partes que iremos incluyendo a continuación, en la seguridad que una respuesta negativa no implica descartar el proyecto del todo, sino trabajar en ese factor que está en baja calificación para lograr llevarlo al nivel requerido para que sea eficiente en la Web.
La primera pregunta que debe poder responder es ¿para qué estoy utilizando las tecnologías de Internet? Quiero dejar claro que TODAS las respuestas son válidas siempre y cuando estén apoyando los objetivos del negocio y/o entidad. Lo que no es aceptable es que haya objetivos para el uso de las tecnologías de internet que estén fuera de foco de los objetivos del negocio, o peor aún, en contravía!
La segunda pregunta es ¿Quién es el responsable? Esta parece ser la pregunta más difícil de responder, sin embargo ofrecemos la posibilidad de analizarla en tres etapas comunes de cualquier estrategia web: la planeación, la construcción, y la ejecución.
Debe ser claro que quien quiera impactar su área de negocio con las tecnologías de internet, debe ser el responsable de las planeación de las mismas, es decir, identificar para qué las quiere aplicar, y como las quiere aplicar. En la construcción ya la responsabilidad será de personas idóneas en el manejo de estas tecnologías que le permitirán, por ejemplo, implementar una plataforma para el envío de boletines electrónicos, construir un portal con administradores de contenido, o enlazar opciones del portal con programas empresariales como la colocación de un pedido o el pago de una cuenta.
Para la construcción es necesario tener en cuenta que se requieren diseñadores, ingenieros de sistemas y generadores de contenido, tres profesiones que difícilmente se encuentran en la misma persona.
Una vez construido el sitio, es necesario hacer el cargue inicial de información, tarea cuya dificultad y laboriosidad dependerá de la cantidad de contenido que se quiere incluir. Es recomendable que mientras se construye el portal, se haga un inventario del contenido del que se dispondrá, en qué formato está, si hay que cambiarlo para que sea optimo en la Web, y cuál es la fuente del mismo.
Es probable que se requiera la asignación de personal adicional para ingresar todo este contenido al portal la primera vez.
Una vez concluido el proceso de cargue inicial, se da vía libre para iniciar la publicación de contenido fresco, de inclusión del sitio Web como un medio de comunicación e interacción de la empresa con sus clientes, proveedores, y hasta fanáticos.
Es aquí cuando cada responsable de cada sección debe velar por la correcta utilización de la información, la oportunidad con la cual se da a conocer, y la pertinencia de la misma para cumplir con los objetivos del portal.
La última pregunta es si estamos listos para monitorear el resultado de la estrategia para validar que estamos aportando al cumplimento de los objetivos. Las herramientas estadísticas con las que contamos hoy son espectaculares para poder hacer un seguimiento al logro de objetivos, pero por sobre todo, debemos efectuar los ajustes pertinentes para garantizar el logro de los mismos.
Si no puede responder estas preguntas satisfactoriamente, dedique un poco de tiempo a buscar las respuestas, porque es claro que la opción de simplemente no tener un sitio Web deja de ser una alternativa viable.