Por lo general las nuevas tecnologías son implementadas tempranamente por empresas catalogadas como «adoptadores tempranos» de la tecnología. Son empresas que constantemente están implicadas en búsqueda de innovación a través de nueva tecnología.
Muchos de los proyectos no prosperan, bien sea por fallas en la tecnología misma, o por fallas en su aplicabilidad. Sin embargo, se tienen exitosas implementaciones de nuevas tecnologías.
Las empresas que logran implementar con éxito tecnología innovadora en su temprana edad, terminan generando una ventaja competitiva interesante, que los pone por delante de sus competidores, bien sea en forma financiera, o estratégica. Casos sonados como el de American Airlines con su sistema Sabre, permitió que esta aerolínea tuviera el control sobre las reservas aéreas y la emisión de tiquetes para avión, y generar ingresos mayores por el arrendamiento de este sistema que por la misma operación de volar aviones.
Posterior a la innovación, y una vez probada la tecnología, se genera una proyección del uso de las tecnologías en más empresas, llevando a una madurez en la aplicación de la nueva tecnología. En esta etapa cada vez más y más empresas están utilizando la tecnología, por lo que destruyen la ventaja competitiva que se había generado inicialmente en los adoptadores tempranos de la misma.
Cuando la tecnología llega a la madurez, se vuelve ubicua, está en todas partes y todo el mundo la utiliza. Ejemplos de este estado son el correo electrónico y el acceso a la Internet. Tecnologías que en algún momento pudieron ser de vanguardia, hoy son de uso común, e inclusive «genéricas». Ya hoy cualquier persona accede a un sitio Web, hace una reserva de su boleto, lo paga, imprime el cupón, y realiza su viaje sin tener que pasar por una agencia de viajes.
Dependiendo de la tecnología y el tipo de industria, una innovación puede generar una ventaja competitiva más duradera que otras, sin embargo el tiempo ahora con las nuevas tecnologías, su disponibilidad amplia, y su reducido costo de implementación y apropiación, hacen que este tiempo entre la adopción como ventaja competitiva y la madurez, se mida en semanas o pocos meses.
Al llegar a la adopción generalizada, ya la tecnología aplicada se convierte en bien común y empieza a operar como funcionan los diferentes servicios públicos. De la misma manera, la existencia de esta nueva tecnología y su incorporación dentro de los procesos de las empresas hacen que la ausencia de esta tecnología se convierta en un riesgo que debe ser manejado.
La electricidad sufrió el mismo tránsito. Inicialmente unas pocas empresas tenían acceso a la electricidad generando una ventaja competitiva. Posteriormente todos acceden a la electricidad y ésta está sumergida en todos los procesos de la compañía. Hoy no se puede operar sin electricidad.
La industria del transporte no maduró en forma distinta. Inicialmente las empresas se constituían en cercanías de medios de transporte como el ferrocarril o los ríos o mares. Ahora con los sistemas de transporte que hay, la distancia se vuelve un factor irrelevante en el establecimiento de ventajas competitivas, y menos ahora con una economía globalizada. YA se convierte en un riesgo no poder acceder a los sistemas de transporte.
El mismo tránsito sufrió la manufactura. Algunos pocos innovaron con la implementación de alta tecnología en piso, ahora toda empresa que lo necesite lo puede implementar a costos razonables y como parte de la operación común. Ahora es un riesgo no tener acceso a la tecnología de manufactura.
Ahora le tocó el turno a la tecnología informática. Ya todos utilizan tecnología informática, y el establecimiento de ventajas competitivas mediante el uso de la misma es cada vez más difícil, por la facilidad que tiene su masificación. Y también se convierte en un riesgo no tener los sistemas de información adecuados para suplir las necesidades del negocio.
Lo primero que sucede cuando una industria se convierte en un bien común es que se regula y se generan códigos y estándares. Hoy existen códigos y estándares para el uso de la electricidad, para la construcción de edificios, para la industria del transporte. La tecnología informática no iba a quedar exenta de este requerimiento, y por eso ahora se genera una altísima demanda por procesos de control y gobierno sobre la tecnología informática. Se genera algo que se conoce como el «Gobierno de la Tecnología Informática» que impone a los directores de las empresas a considerar estas tecnologías como un riesgo más, y administrarlo acorde a este criterio.
¿Ha oído de ITIL, COBIT, COSO, ISO27000, y demás juegos de caracteres? Todos son elementos de un marco de referencia que se debe implementar para lograr este gobierno de tecnología informática. ¿Cómo se compara usted? ¿Ya tiene el Gobierno Corporativo de Tecnología implementado para que su tecnología informática no sea un riesgo?
Podemos acompañarlo en este camino. Consúltenos.