¿Todavía desarrolla Software? Revise muy bien si su decisión de desarrollar software está secundada por las acciones necesarias que garanticen que lo que desarrollará, no solo le va a servir, sino que le va a durar por mucho tiempo.
¿Todavía desarrolla Software? Aunque pareciera que ya no es necesaria esta pregunta, cada vez que se toman decisiones sobre una nueva aplicación, o una necesidad de automatización o sistematización de procesos, se tienen las alternativas de hacer el software o instalar software que ya esté hecho.
A pesar del avance en la oferta de aplicaciones ya desarrolladas, todavía se contempla la posibilidad de desarrollarlo, en buena parte para contrarrestar problemas que se han experimentado con proyectos de implementación. Se quieren evitar problemas que van desde demoras y costos muy por encima de lo presupuestado, hasta una brecha enorme entre lo que se esperaba que hiciera el software y lo que terminaba ofreciendo funcionalmente. Se supone que bajo nuestro control, garanticemos que la funcionalidad será la adecuada, el proyecto se terminará en el tiempo requerido, y los costos estarán controlados
Nada más alejado de la realidad, si no se tienen en cuenta características en la gestión del proyecto que aplican igual para la implementación de una solución adquirida como la construcción de una propia. Que se involucre el líder del proceso, que los usuarios adopten el cambio, que se traigan mejores prácticas al proyecto, (en vez de automatizar los vicios actuales).
El espejo de esta situación cuando se implementa software adquirido es pretender que se amolde la funcionalidad del software a como el negocio lleva a cabo sus tareas, en vez de aprovechar la oportunidad y ajustar los procesos del negocio a como el software indica que debería hacerse. A esto se suman otros requerimientos como un proveedor idóneo, tanto en el desarrollo de software, como en su implementación y procesos de negocio.
En la medida en que va creciendo la oferta de aplicaciones ya desarrolladas, van subiendo la vara con la que se medirán las aplicaciones desarrolladas al interior de la empresa, y por lo tanto aumentan los requerimientos tanto funcionales como técnicos a tal punto que hacen cada vez más complejo que una empresa, que no se dedica al negocio del software, pueda cubrirlos o amortizarlos, en su gran mayoría.
No tenemos nada en contra del desarrollo de software in-house, y es más, en los inicios de nuestra vida profesional, eso precisamente era lo que hacíamos. Pero hoy, el entorno y lo que se espera de este desarrollo exige que las soluciones estén en horas o minutos, que las aplicaciones que estén en pié permitan hacer cambios, tanto en la dirección estratégica del negocio como en simples ajustes de optimización de procesos, sin tener que depender de los sistemas de información o del departamento de tecnología informática. Se debe poder gestar estrategias comerciales con base en aplicaciones flexibles y ágiles que permitan que sean los comerciales, y no los ingenieros de sistemas que puedan hacer estos cambios.
Son tantas las tecnologías disponibles hoy, y tan rápido el ritmo de su cambio, que es difícil para una empresa que no se dedique al desarrollo de aplicaciones, seguirles la pista, estudiarlas, e implementarlas. Cada vez hay más aplicaciones disponibles, con y sin costo, para ir cubriendo los requerimientos de información en las empresas.
La tendencia entonces recomienda inicia a partir de lo que hay ya desarrollado, buscando armar primero y por último, si no hay más remedio, construir desde cero, sin embargo, con la velocidad con que avanzan las colaboraciones en la construcción funcional de módulos, es bien factible que antes que usted termine con el suyo, ya aparezca disponible en alguna parte.
Se adiciona la disponibilidad de diferentes elementos tecnológicos que hoy permiten, a partir de la existencia de unos estándares de “integración”, utilizar módulos de soluciones de diferentes proveedores y “armar” la mejor solución para la empresa.
Ya en la construcción de software estamos aplicando el «zapatero a tus zapatos» y la implementación de software, de diferentes fuentes, en forma integrada está tomando un nuevo aire. Si va a desarrollar software, tendrá que hacer lo mismo que haría una empresa dedicada a esta tarea, de lo contrario, en pocos años estará de nuevo en el mismo punto donde empezó.
Unas palabras de advertencia para cerrar: no queremos dejar la idea que la selección de alternativas y su implementación es tarea sencilla. Como el desarrollo, también tiene unas consideraciones importantes que se deben tener en cuenta, que de no hacerlo darán también al traste con el proyecto.