La Internet y sus tecnologías nos brinda maneras novedosas, efectivas, y eficientes para acelerar el proceso desde la búsqueda y obtenciónde prospectos hasta la venta.
Todo el tiempo es propicio para conseguir nuevos clientes, y la necesidad apremia cuando se está en época difícil en la economía. El principio básico para la consecución de clientes que sean rentables es que la inversión que hagamos en la consecución de los mismos sea retornada durante la vida del cliente con la empresa.
En este orden de ideas entonces es necesario emplear métodos y herramientas muy efectivas en este retorno de la inversión y que además permitan un volumen de clientes importante para reemplazar la reducción en ventas que se genera por la situación económica.
Lo primero que tiene que tener claro es el valor de su cliente. Cuanto le representa a usted tener un cliente nuevo, para así poder tener también muy claro hasta donde es apropiado invertir en un prospecto para convertirlo en cliente. El ejercicio es muy sencillo. Supongamos usted vende productos a US$10, y que su cliente compra 10 productos en el año. En 10 años, le generará un ingreso a su empresa de US$1,000 y si suponemos un margen del 30%, esto implica una ganancia de US$300.
Luego podemos calcular cuanto estamos dispuestos a invertir para conseguir el cliente. Es común trabajar con una tasa de retorno de un año, lo que implicaría en el ejercicio arriba, que podríamos utilizar un máximo de US$30 para conseguir el cliente. Dependerá de nuestro flujo de caja la posibilidad de aplicar el presupuesto en su totalidad.
Ahora si estamos listos para diseñar y ejecutar campañas que nos permitan conseguir clientes, es decir, identificar prospectos, presentarles nuestra propuesta de valor y convertirlos en clientes. El cliente, para todo propósito, es el que nos permite cumplir con nuestro objetivo, que al final del día y de buena parte de los procesos, tienen un valor monetario calculable.
La Internet nos brinda unas herramientas altamente efectivas y que requieren muy poca inversión, apropiadas no solo para estas épocas sino para cualquier estrategia a aplicar indistinto de la situación económica. Sin embargo, no podemos perder de vista que el proceso desde conseguir el prospecto hasta lograr que el cliente compre, no necesariamente se puede hacer todo por las herramientas que Internet nos brinda. Hay que darle su “empujoncito” con medios tradicionales.
La estrategia tradicional y efectiva empieza en la generación de prospectos mediante la presentación de una propuesta de valor. Estos prospectos se pasan por un conjunto de actividades dentro del negocio, que pueden incluir cotizaciones, seguimientos, visitas, demostraciones, y toda una suerte de procesos que permiten seducir al cliente para que adquiera nuestro producto o servicio. Finaliza la estrategia al convertirse el prospecto en cliente, pero se debe continuar con un efectivo servicio al cliente que permita lograr los 10 años o más de relación comercial.
Internet brinda la posibilidad de transmitir la propuesta de valor con dos herramientas muy efectivas, la Web y el correo electrónico. Ahora también se experimenta con la utilización de herramientas como las redes sociales y portales de vídeo. Todo para ayudar en esta transmisión de valor y captura del interés del prospecto para que nos de sus datos. Una vez tenemos su información, podemos ejecutar las actividades del proceso de negocio para convertir el prospecto en cliente, algunas sobre la Internet, otras requerirán actividades tradicionales como el teléfono y la visita personal.
Construir un sitio Web, generarle tráfico mediante publicidad en Internet, boletines electrónicos, mercadeo viral, y hasta presentarle una tienda virtual al cliente para que compre y pague en forma inmediata es posible. No quiere decir esto que es a punta de “magia” que adquirirá los clientes, es indispensable estructurar la estrategia, construir las herramientas requeridas, hacerle seguimiento a los procesos y por sobre todo, consentir al cliente, elementos que ya conoce de su trabajo en el mundo físico. La virtualización no los elimina.
No podemos dejar pasar las oportunidades que nos brindan las tecnologías de Internet, tanto en efectividad como en costo reducido, para generar prospectos que podamos convertir en clientes. ¡Manos a la obra!